[Silencio Mil]

24 nov 2010

Moscas Ruidosas para los Diálogos Muertos 
[extracto de INCAPACIDAD INNATA PARA LA COMUNICACIÓN]



‎[Hay un muerto que todas las noches sale de la tumba y se viene a casa, para hablar de pavadas. Me cae bien a pesar de los gusanos y yo le caigo bien a pesar de la barba crecida, el pelo enmarañado. Nunca acepta un vaso de cerveza y yo nunca acepto sus consejos. Repite la palabra: "Emocionado" y yo insisto con mi Teoría del Miedo. Porque el miedo no nos deja salir, nos paraliza, porque el miedo está en todas las pupilas, porque me da miedo el miedo y qué querés que te diga... 
-¿Por qué siempre estás solo cuando llego?
-No sé... Me gusta jugar a ver que le pasa al Mundo si yo no estoy...
-Ah... 
-¿Querés birra?
-No.
-Bueno.
-Estaba pensando... Capaz que deberías...
-No me interesa.
-Está bien.
Después yo me acuesto a dormir y una chica que supo estar enamorada sueña con él. 
A veces pierdo noción de las barreras.]


***

 ‎[Un bicho feo, deforme y malo se comió a mi mascota... Lo supe porque lo vi en sueños... Yo era muy chico, pero no tuve miedo... Me olvidé de los buenos consejos que te dan los Domingos, me olvidé de las enseñanzas de papá... 
"Hay que saber perdonar."
Tu vieja.
Agarré un palo pesado y me fui a la Fabrica Abandonada con la que había soñado. Destrocé al hijo de puta que me había dejado sin mi mejor amigo y después me tiré al suelo a llorar. Calculo que lloré mucho tiempo, porque cuando volví a levantarme mis manos eran grandes, torpes, nudosas. Manos de hombre.
Escuché que alguien se acercaba... Era un niño. Temblaba, estaba lleno de ira.
Comprendí al instante que venía en busca de Venganza.
Venía a matarme.
Respiré hondo.
Bienvenido a la Vida.]


***

La mujer de tus sueños me vendió tu alma por una buena chupada de concha. Tu mejor amigo me contó tus secretos, para que pueda humillarte. Tu vieja me habló de tus traumas, de tus fobias, de tus lágrimas aniñadas, para que pueda destruirte. El rati que cuida tu casa me dio tus horarios, para que pueda ir cuando no estás y pueda masturbarme sobre tu biblioteca, sobre tus discos, sobre tu ropa. El político de turno me regaló un arma, para que te la de a vos y te hablé de la gente que duerme en las calles. El tipo de las noticias, el que se ríe siempre, me ofreció una hora de su programa, para que te cuente que todo es una mierda, que ya no hay esperanzas, porque vos sos buen pibe y deberías saberlo...
Ahora, con mal sabor en la boca y seis balas gratuitas, quiero que sepas que yo, por mi parte, estoy de tu lado. 
NO ESTÁS SOLO. 
[Traicionar es un arte, camarada. Y el que traiciona último traiciona mejor.]

***

[Me desperté sobresaltado, agitado, con una sensación de mierda, abrumado, perdido. Estaba en mi habitación, las sábanas totalmente mojadas. Intenté rescatar algún fragmento onírico. Al pedo, ya se había ido. ¿A dónde? Qué sé yo... Donde van los sueños que no te acordás... Me imagino que debe ser un lugar parecido a un cuadro de Dalí. 
Prendí el velador y me estiré hasta poder mirar abajo de la cama. Cómo siempre, ahí estaba Poe: una vela prendida, una hoja levantada delante de sí, una pluma que volaba de margen a margen.
Me miró.
-¿Qué?
-Tuve una pesadilla... ¿Fuiste vos?
-No.
-¿Posta?
-Sí.
-¿Y qué escribías?
-No te voy a decir...
-Dale...
-No... te vas a reír... Sos muy pelotudo...
-Dale... Necesito una buena historia para poder dormir...
Suspiró, con impaciencia.
-Si te la cuento no voy a poder terminar de escribirla...
-¿Por?
-Las cosas funcionan así...
Lo pensé tres segundos:
-Bueno, ya fué... Dale...
-¿Si no te cuento no me vas a dejar tranquilo, no?
Negué con la cabeza, orgulloso de ser tan terco.
-Ok, ahí va... Pero me debés un vino...
-Hecho.
Me contó la historia. No incluía muertes; no incluía apariciones fantasmales, ni una venganza turbia, ni una relación amorosa enfermiza... No incluía un misterio, ni un crimen, ni un detective. No era una pesadilla.
Terminó de contarla y me sentí sobresaltado, agitado, con una sensación de mierda, abrumado, perdido. En un abrir y cerrar de ojos era yo el que estaba bajo la cama, entre el polvillo, solo.
Supongo que la historia que Poe nunca terminó de escribir está en el mismo sitio donde están los sueños que nunca me acuerdo por las mañanas. Eso nos hace un poquito iguales... Y me gusta. Cuestión de ego, supongo. 
Le debo una botella a un escritor muerto pero lo bueno es que encontré mi lugar en el Mundo. Que no se diga que soy mal negociante.]


La soledad es el precio de la libertad.
CDdeRibera

0 Diálogos: