Electrocósmico

4 oct 2011


Dios, dos dedos y un enchufe


Descarga I

Hay un cable, una electricidad, y vos sos un enchufe medio choto, de esos que se sobrecargan rápido, de esos que no se bancan una subida de corriente sin prenderse fuego, derretirse, deformarse, largar olor y humo. HUMO NEGRO.
Toda una habitación de asfixia, y nadie va a sospechar, jamás, cuando te encuentren chamuscado, que estuviste conectado a la Gran Máquina, al menos por unos minutos, por unos cuantos segundos, una milésima de segundo, una micro milésima de segundo…

***
Descarga II

Todas las máquinas de escribir abandonadas están repletas de historias inconclusas, que sueñan; que persiguen a un probable pero incierto autor, que permanece dormido, sin pesadillas, en paz, ignorando las chances que lo vuelven protagonista único e indiscutido de esa novela triste y sin final a la que algunos dieron en llamar vida, sólo para diferenciarla de la fría, pura y eterna hoja en blanco.

0 Diálogos: