sincro-profético

24 nov 2011


Perdón, pero, ¿cómo te llamabas?


Si vos hubieras leído los libros que yo leí en quinto grado estarías del orto, como yo, con una sonrisa de pelotudo que te va a durar toda la vida. El mundo es Lindo. La puta madre.
Si vos hubieras estado cuando me emborraché por primera vez sabrías por qué me gusta ir a visitar a ciertas personas con una cerveza bajo el brazo.
Si vos hubieras sentido lo que yo sentí cuando imaginé a mi personaje favorito muriendo en una cama de hospital sabrías por qué estoy tan convencido de lo que digo súper convencido. 
Si vos hubieras visto lo que yo vi el día en el que me dejaron sólo en una casa que no conocía sabrías que cuando hablo de otras dimensiones estoy siendo revelador. 
(¿Soy un profeta, mi señor profeta?)
(¡Claro!)
Si vos hubieras olido la muerte que olí una vez en una cárcel que ya no existe te parecería lógico que la justicia me suene, siempre, tan relativa. 
Si vos hubieras predicho que yo me hubiera imaginado qué hubiera sucedido si vos me hubieras conocido sabrías tanto que es tonto que escriba lo que vos estarías escribiendo. Escribís. 
ESCRIBÍS.
Si vos me hubieras aplaudido, hoy el Mundo sería diferente. O no. Posta.
Si vos hubieras conocido mi pene sabrías que la fuerza no está en el tamaño.
Si sabés eso, ya está.

 ***

Ah, claro, somos como una cadena de conexiones no lineales, como esas que pasan cuando soñás… Y pasa que cuando me extrañas, yo existo, y vuelvo real a otra persona, a la que extraño, a la que no conocés, que no te conoce. Y esa persona piensa en alguien fuera de la ecuación, trasformando una premisa en una infinidad. Somos Historia, que es lo único que inventamos.
Hasta que nos agarre una amnesia universal y quedemos puteando, por los rincones, borrados, en una sola conciencia.


0 Diálogos: