dinosuarios

14 dic 2011

Cráter-Derrape


Para vos es nuevo, para mi ya pasó. O puede que sea al revés. Todos somos iguales: un poco adelante y un poco atrás, en ningún lado. Tenemos el temblor de no pertenecer a ningún extremo. Dicen que se le llama equilibrio.
¿Sentís equilibrio?
¿Ves? Yo tampoco. Creo que tiene que ver con el hecho de que en un punto, tarde o temprano, se derrumban los castillos y vivir es un cámara lenta de la tragedia… Estudiamos, buscamos trabajo, pagamos impuestos… Todo mientras caemos, empantanados, empecinados por encontrarnos para encontrar a alguien más. Y a veces fallamos. Mucho.
Me siento un imbécil, porque tengo la necesidad de explicarlo, como si mi existencia minúscula pudiera servir de referencia, como si pudiera calcular tus pasos, tus tropezones, tus nauseas, tus erecciones sin curar, tus madrugadas largas, tus sábados felices y tus domingos horribles.
¿Y todo eso que dejaste? ¿Qué pasa con eso? Todo concepto es reciclado, todo momento, todo juguete, todo cuento de terror. Y no hay nada especial, a menos que consideres que todos somos especiales.
Así que acá me tenés, con ganás de decirte cosas que a mi nunca me dijeron. Decirte que crecés. Decirte que mañana voy a estar muy inseguro de todas estas certezas, de todos estos despertares con dolor, de estas noches derrapando entre discos y libros… Derrapando entre vos y yo. Derrapado.
Vengo a decirte, en resumidas cuentas, que por mucho que pienses que entendiste, mañana es impredecible. 
No sé… Yo ya no voy a estar en muchos lugares… Y vos nunca te darías cuenta de que yo ya estuve… Yo nunca lo pensé así… pero el Mundo nunca se detuvo e, incluso, giró en mi ausencia. 
Sos el que vas a ser. Y le vas a intentar explicar a alguien; vas a mirar con los ojos de lo inevitable. 
Llega.
Todo.
Sos el que vas a ser. Así que no esperes. La estabilidad es una mentira muy bien establecida. Como los paracaídas. Porque lo que tenés en la mochila son piedras. Sí. 
Intentá acumular velocidad a pesar de todo: se hace cerrando los ojos, con los pies bien juntos y los brazos pegados al cuerpo. 
Se puede, ¿sentís? ¿Sentís cómo todo deja de ser pegajoso?
Ya está. Si te sabés mover es probable que logres una buena colisión. 
Vas a aterrizar encima tuyo.
Como un meteorito. 
Así empezó. 
Y así termina.
Hoy.